TARTA DE QUESO ALEMANA (KäSEKUCHEN) CON REQUESóN Y MASA QUEBRADA, FáCIL Y CREMOSA
¿Eres fan de la tarta de queso? Si es así, quédate para descubrir una variedad que te alucinará. Hoy te presentamos la Käsekuchen, una tarta de queso alemana con requesón y con una base crujiente de masa quebrada que le da un sabor único. El resultado final es una tarta con una textura muy cremosa y un sabor delicioso.
En esta receta de postre se combinan ingredientes muy simples, pero que marcan la diferencia a la hora de mezclarlos y de probar la tarta. Desde huevos, leche y azúcar, hasta requesón y ralladura de limón. Una vez has horneado y dejado reposar esta tarta, puedes degustarla y te aseguramos que se convertirá en tu favorita y en la de los tuyos.
En la antigua Roma fue donde se consolidó la receta de la tarta de queso manera oficial y aunque sus orígenes se remonten a hace tanto, la receta actual, la moderna, se define en Europa en el S. XVIII, cuando se sustituyó la levadura por huevo, consiguiendo así una textura perfecta para el postre. Desde entonces han nacido infinidad de recetas variantes de la tarta de queso y ha contentado paladares por todo el mundo, siendo uno de los postres favoritos de todos.
Para la base
- 180 gramos de harina de trigo
- 40 gramos de azúcar
- 80 gramos de mantequilla
- 1 huevo L
- 10 gramos de levadura en polvo
- Una pizca de sal
Para el relleno
- 500 gramos de requesón
- 4 huevos L
- 1 sobre de preparado para flan
- 200 ml de leche entera
- Ralladura de un limón
- 100 gramos de azúcar
Prepara la base de la tarta
En un bol amplio mezcla la harina, junto con el azúcar, la sal, la mantequilla fundida y el polvo para honear. A continuación, mézclalo todo bien con tus manos hasta obtener una masa compacta
Prepara el molde
Engrasa un molde y ponle papel de horno en la base. Añade poco a poco la masa que acabas de preparar y aplasta con tus manos hasta cubrir toda la base del molde con la masa. Una vez hecho, déjalo reposar en la nevera.
Prepara el relleno
En un bol amplio mezcla el requesón junto con la leche y lo shuevos. Cuando esté todo bien integrado añade el azúcar junto con el preparado para flan. Mézclalo y para terminar ralla la piel de un limón.
Hornea la tarta
Seguidamente rellena el molde que tenías en la nevera con la mezcla y hernéalo a 170ºC durante 45 minutos. Cuando pase el tiempo de horneado, retira la tarta del horno, deja que se enfríe a temperatura ambiente y después déjala en la nevera durante 4 horas. Por último desmóldala y sírvela con unas cuantas fresas encima.
Si quieres darle un toque personalizado a tu Käsekuchen, puedes probar de ponerle diferentes coberturas como puede ser mermelada, chocolate, frutas... anímate a experimentar y descubre la combinación perfecta para ti y para los tuyos.
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