Las torrijas continúan siendo el postre estrella de la Semana Santa y su tradicional receta ha pasado de generación en generación. Leche frita cántabra, borrachuelos malagueños, panquemao o flores fritas de Castilla-La Mancha son solamente algunos de los numerosos dulces tradicionales que se elaboran en España con motivo de estas fechas. Aunque, de todos ellos, las torrijas es el más popular en todo el país.
En los últimos años, la receta tradicional ha sufrido variaciones para adaptarse a nuevos gustos y estilos de vida, ya sea haciéndolas más saludables con una freidora de aire o apostando por innovar en la preparación, añadiendo a las torrijas complementos como el chocolate, las natillas o la miel. No obstante, la manera más habitual de comer torrijas es a través de la receta de toda la vida. Esta, eso sí, lleva su tiempo y no todo el mundo dispone del necesario para preparar torrijas de forma tradicional. Por esta razón, te proponemos una manera más rápida y sencilla de hacer torrijas, pero con el mismo resultado.
Para los amantes de los dulces y, más aún, de las torrijas, con muy poco tiempo para cocinar, hemos preparado esta receta rápida y sencilla con la que sorprender en casa estos próximos días de Semana Santa. Su tiempo de elaboración es de 20 minutos y saldrán como unas ocho torrijas, en función del tamaño de la barra de pan.
INGREDIENTES
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Tiempo de elaboración: 20 minutos | Kcal. 230 Kcal. Por 100 gr. aprox.
ELABORACIÓN
Las torrijas son típicas en España durante la Semana Santa, pero también en otros países hispanohablantes como Chile, Colombia, Argentina, Ecuador o parte de México, aunque en estos últimos también puede conocerse como tostada francesa. El motivo de que las consumamos durante la Semana Santa se debe, con mucha probabilidad, a la necesidad de aprovechar el pan sobrante, que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, era menos consumido, aunque existen todo tipo de teorías que se remontan a varios siglos atrás de historia.
Por un lado, hay quienes hablan de su estrecho vínculo con la representación de la sangre y el cuerpo de Cristo, ya que durante muchos años, la tradición instaba a acompañar a las torrijas en bares y tabernas con un vaso de vino. Por otro lado, algunos historiadores consideran que es una costumbre que viene de las monjas que, durante estas fechas, buscaban la forma de aprovechar el pan duro, elaborando un dulce.
Si eres de los que se preocupan por mantenerse en forma, aunque esto suponga renunciar a un auténtico manjar como son las torrijas, debes tener claro que las calorías que puede tener una torrija varían, principalmente, dependiendo de si esta se ha hecho de forma casera o se han comprado y según los ingredientes empleados en ella. No es lo mismo una torrija a la que se añade crema o miel, que una torrija en la que se ha puesto más cantidad de azúcar o en la que se haya empleado pan brioche en lugar de pan al uso o un tipo de pan más ligero.
En este sentido, hay personas que añaden a la leche más cantidad de azúcar y, después, espolvorean más azúcar por encima, llegando a utilizar hasta 200 gramos de azúcar para la receta. Estas torrijas pueden llegar a tener más de 280 calorías por cada 100 gramos. En cambio, si se controlan los ingredientes calóricos o se elige un pan menos graso, el aporte de calorías puede ser de unas de 200 a 240 por cada 100 gramos.