Cuando los muerdes, son crujientes pero a la vez se deshacen en la boca. Y es que la textura de los merengues horneados es única.
La receta que te mostramos hoy en Cocina Fácil es la más fácil y básica para elaborar estos bocaditos dulces a base de claras azucaradas a punto de nieve. Mira cómo se hace el merengue en este vídeo:
Si te gusta, puedes personalizarla añadiendo, por ejemplo, un poco de cacao en polvo a las claras, o almendra laminada... ¡incluso puedes innovar y probar combinaciones de dulce y salado, agregando unos kilos picados!
Prepara los utensilios
Forra la placa con papel de horno y dibuja en ella unos círculos de unos 8 centímetros de diámetro. Precalienta el horno a 100°.
Monta las claras
Pon las claras (mejor que estén a temperatura ambiente) en el vaso del robot y bátelas con la sal hasta que se monten y formen picos. Agrega el azúcar, poco a poco, sin dejar de batir, hasta que se incorpore del todo. Primero bate a baja velocidad y luego ve subiendo; en total bastará con unos 10 minutos.
Da forma a los merengues
Deja reposar unos instantes e introduce el merengue en una manga pastelera de boquilla lisa. Reparte el merengue en los círculos dibujados, alisándolos con el dorso de una cuchara (también puedes rellenar los círculos a cucharadas).
Hornea los merengues
Hornéalos durante 1 hora y media; estarán en su punto cuando estén duros pero no dorados. Apaga el horno, entreabre la puerta y deja que los merengues se atemperen dentro.
Sirve los merengues
Retira la bandeja de los merengues del horno y déjalos enfriar del todo a temperatura ambiente. Luego, despégalos del papel sulfurizado con mucho cuidado para que no se rompan. Pon unos círculos sobre otros, formando torres, y sírvelos.