TARTA SIN HORNO DE QUESO, CHOCOLATE BLANCO Y FRAMBUESAS

En esta casa ya hemos hecho tres tartas sin horno: de fresas, crema y queso, de lima y pistacho y de limón y galletas. Como el mundo gastronómico es maravilloso y está lleno de opciones, venimos con otra variante de tarta sin horno para este verano en la que utilizamos queso, chocolate blanco y frambuesas. No diría que cataloga como jetapostre porque requiere de tres preparaciones distintas (aunque sencillas), pero si quieres simplificarla aún más puedes hacerlo: pasa de la “mermelada” de frambuesas y añádelas directamente frescas por encima. Si lo haces con un poco de arte, te quedará igualmente bonita.

Para la base de esta tarta hemos utilizado galletas de chocolate –son especialmente buenas para este cometido las de marca blanca de un supermercado que empieza por M y termina en “ercadona”– pero puedes recurrir a unas María clásicas o unas estilo digestive si así lo prefieres. Para el relleno hacemos una mezcla simple de queso untable, mascarpone y chocolate blanco que no requiere gelatina ya que el tiempo de reposo en frío hará que la grasa de los tres ingredientes se solidifique. Por último, preparamos una “mermelada” rápida con las frambuesas –aunque como dije, puedes pasar de ello– con muy poco azúcar para que su acidez contraste con el empalagoso chocolate blanco.

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