¿Quieres que tus gofres sean aún más sabrosos? Has llegado al lugar adecuado ;-) Imagina un suculento gofre caramelizado (que puedes preparar tu mismo haciendo clic aquí), crujiente por fuera y suave por dentro, cubierto con una salsa de chocolate fundido, avellanas tostadas y fruta fresca, como arándanos y frambuesas ¡no hay mayor placer! o sí, porque además le añadimos una generosa cucharada de nata montada de vainilla y mascarpone. Una merienda fácil, deliciosa que será el deleite de los más golosos.
Triturar las avellanas tostadas, fundir el chocolate (en el microondas o al baño maría) y lavar la fruta. Introducir la nata y el mascarpone en el congelador durante 15 minutos antes de su uso.
Rellenar las cavidades del gofre con trozos de avellana tostada.
Cubrir las avellanas con el chocolate fundido.
Dejar caer algunos arándanos al azar sobre el chocolate. Presiónalos ligeramente. Mete en la nevera durante 15 minutos.
Mientras tanto, prepararemos la nata montada: Poner el mascarpone frío en un bol grande, añadir la nata fría, el azúcar glas y el extracto de vainilla.
Batir hasta obtener una nata montada compacta. Pásala a una manga pastelera (también puedes usar una bolsa de congelación a la que haremos un corte en una de las esquinas).
Pochar la nata montada sobre las cavidades rellenas de chocolate. Coloca unas cuantas frambuesas encima de la nata montada. Espolvorear con avellanas tostadas trituradas y ¡listo!